Los dolores de cabeza pueden deberse a una multitud de problemas. Causan dolor y malestar en la cabeza y en el resto del cuerpo. Muchas personas tienen dolores de cabeza ocasionales y algunas personas incluso tienen migrañas de vez en cuando, lo que se conoce como una versión muy severa de un dolor de cabeza. Sin embargo, cuando estos dolores de cabeza o migrañas parecen ser frecuentes, significativamente más dolorosos o incontrolables, podría ser una señal de que algo anda mal.

De vez en cuando, cualquiera puede sentirse mareado o aturdido. Sin embargo, si esto parece suceder con frecuencia, no es una buena señal. Si está caminando y se siente mareado con frecuencia, o incluso pierde el equilibrio y se cae, probablemente sea hora de buscar un neurocirujano.

Como es bien sabido, muchas personas viven con dolor. El dolor y / o entumecimiento continuos pueden ser un signo de daño a los nervios. Los nervios envían información desde partes del cuerpo al cerebro y la médula espinal, que controlan el dolor. Cuando ocurre una falta de comunicación, el cuerpo puede sentir dolor, incluso si no ocurre estímulo doloroso alguno. Acudir al neurocirujano te ayudara a encontrar el sitio del problema.

Cuando se presenta de manera súbita o gradual puede relacionarse a un daño local o compresivo del nervio óptico o de las fibras de la vía visual. Este síntoma puede ser valorado en conjunto con un Oftalmólogo para identificar alguna causa atribuible. En ocasiones la compresión puede deberse a la presencia de una alteración en la anatomía causada por la presencia de un tumor o alteraciones en la vasculatura cerebral. Por lo que debe acudir de inmediato a ser valorado por un neurocirujano,

Los accidentes que involucran golpes directos a la cabeza y la columna pueden alterar la anatomía de la región comprometiendo la función del cerebro, la médula espinal y/o nervios que salen de ella. Una de las primeras consecuencias de un golpe en la cabeza lo que se conoce como traumatismo craneoencefálico es la pérdida de conciencia. La duración y el grado de ésta es uno de los indicadores más significativos de la gravedad del traumatismo. Tras la recuperación progresiva del nivel de conciencia y de la orientación, la mayoría de los pacientes presenta gran diversidad de secuelas físicas, cognitivas y de comportamiento según la localización del daño cerebral. Las alteraciones físicas que pueden presentarse comprenden alteraciones motoras (movilidad, lenguaje) y/o sensoriales (alteraciones en la visión, audición, tacto y el gusto). De igual forma un traumatismo a la columna vertebral puede dañar la medula espinal y comprometer la movilidad o sensibilidad del cuerpo. Si ocurre cualquiera de estos síntomas debe acudir de inmediato a valoración por un neurocirujano.

La debilidad se refiere a la pérdida de la fuerza muscular. La persona afectada no puede mover un músculo normalmente a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas. Cuando se debilita la cara, brazos y/o piernas puede ser indicativo de la compresión de algún nervio que transmita información de movimiento al músculo afectado o bien una alteración en la anatomía cerebral que este causando dicha alteración. Si ocurre esto de manera súbita o progresiva es necesario determinar la causa por lo que debe acudir de inmediato a valoración por un neurocirujano.

Las crisis convulsivas son causadas por algún factor que irrita el cerebro. La mayoría de las personas imagina las convulsiones como convulsiones violentas y pérdida del conocimiento. A menudo, son más suaves y sutiles. Una persona puede tener una convulsión mientras está sentada perfectamente quieta no obstante también pueden ocurrir de manera generalizada y con perdida de la conciencia. En ocasiones el origen de las mismas puede deberse a alteraciones en la anatomía cerebral secundarias a un tumor o hemorragia secundaria a una malformación en la vasculatura cerebral. Una persona que ha comenzado a tener convulsiones repentinamente debe buscar un diagnóstico y tratamiento lo antes posible.

Cuando hay dificultad para hablar puede verse comprometida la región que envía información a los músculos que se encargan de articular el lenguaje.